Guinea. Capítulo 4 «Preparándome…»

Hasta aquí, pura anécdota. No he hecho otra cosa que contar lo que viví como si transcribiera un diario. Ninguna impresión personal, prácticamente nada de información sobre el país… Porque así es exactamente como pasó. No pensé, no me paré a reflexionar sobre dónde había ido o qué me estaba pasando a mí por dentro con ese viaje tan distinto a lo que conocía y hubiera “elegido” en otro momento. Sólo me dejé llevar…

Pero a partir de ese 11 de septiembre que Jess y yo volvimos a Madrid, todo empezó a cambiar. Lo primero, otra anécdota: el famoso helado que tantos estragos le hizo vivir a ella en Guinea, a mí me pasó factura ya en España. Mi estómago se enfadó conmigo y dejó de tolerar cualquier tipo de comida o bebida, así que… me deshidraté. Y durante dos semanas sólo pude tomar AQUARIUS, perdiendo 7 kilos y convirtiéndome en la cosa más débil del mundo. Primera lección aprendida: no agua del grifo (o derivados!)

Una vez pasadas esas dos semanas y volviendo a la normalidad, el proceso “voluntariado” se puso en marcha. Empezamos a reunirnos en la oficina nosotros 3, María, Mauricio Sartorius, patrono de la Fundación, y su mujer Sonia que vino acompañada por Flor, una amiga y compañera y una súper profesional a la que poco a poco pudimos ir conociendo, y disfrutando.

Con ellos empezaron las “laundry lists” (o listas de tareas), los calendarios y la convocatoria y selección de voluntarios!!! Hicimos un vídeo que se proyectó en todos los congresos de LQDVI de ese invierno así como en redes sociales, y carteles que se mandaron a Universidades y escuelas de tiempo libre.  Si no recuerdo mal, más de 150 personas solicitaron ese primer año ir a Guinea Ecuatorial.

Hicimos una primera selección, y después nos repartimos en equipos para hacer entrevistas; unas por Skype, otras en persona… hasta que elegimos a las 14 personas que vendrían con nosotros.

Para ese momento, yo personalmente, tuve que “prepararme” e informarme un poquito más sobre el país al que íbamos. Me moría de la vergüenza de pensar en que algún voluntario me hiciera una pregunta y tener que responder “no sé” cuando en realidad acababa de volver de allí… Así que hice lo que creo que hace un alto porcentaje de los mortales hoy en día: busqué en Wikipedia.

“Guinea Ecuatorial es un país soberano centroafricano, formado por 7 provincias (divididas a su vez en 30 municipios), y cuya capital es la ciudad de Malabo, antiguamente conocida como Santa Isabel.

Es uno de los países más pequeños del continente africano. Limita con Camerún al norte, Gabón al sur y al este, y con el golfo de Guinea al Oeste, en cuyas aguas se encuentran las islas de Santo Tomé y Príncipe. El territorio del país está constituido por una parte continental, conocida como Río Muni o Mbini, y un área insular siendo sus islas más importantes la isla de Bioko (antiguo Fernando Poo, y donde se encuentra Malabo), Annobón y Corisco.

Localización Guinea

Su población es de 1.772.000 habitantes.

Guinea Ecuatorial fue una colonia de España tras la dominación portuguesa y a pesar del interés británico, conocida como Guinea Española, hasta el 12 de octubre de 1968 que obtuvo su independencia y el país adoptó el nombre de República de Guinea Ecuatorial. Fue admitida en la ONU como miembro 126 de la Organización.

Guinea Ecuatorial es el único país de África cuyo idioma oficial es el español de acuerdo con su constitución. Lo domina el 87,7% de la población.”

“La moneda de curso legal es el franco CFA.”

“Guinea Ecuatorial tiene un clima ecuatorial. La temperatura media anual es de alrededor de 25 °C y las precipitaciones medias anuales de más de 2000 mm en la mayor parte del país. En la isla de Bioko la estación lluviosa comprende el período de julio a enero, mientras que en el continente, las lluvias son un poco más ligeras y tienen lugar de abril a mayo y de octubre a diciembre.”

“En el país están activas varias organizaciones culturales (el Centro Cultural Hispano-GuineanoCentro Cultural Español de Malabo y otros) cuyo fin principal es la alfabetización y promoción cultural de la población. La mayoría del apoyo económico en este sentido proviene del gobierno español.”

“Los principales grupos étnicos se distribuyen de la siguiente forma: fang (72 % de la población, en Rio Muni), bubi (15 % en Bioko), fernandinos (en Bioko), bisios y ndowé en la costa de la Región Continental, antigua provincia de Río Muni y annoboneses en la Isla de Annobón, el único territorio del país en el Hemisferio Sur. La minoría predominante de otra raza la constituyen los blancos europeos de ascendencia española. Guinea Ecuatorial recibió asiáticos y negro-africanos de otros países para que trabajasen en las plantaciones de cacao y café. Otros negro-africanos proceden de LiberiaAngola y Mozambique, y asiáticos que son mayoritariamente chinos. Asimismo, han llegado al país comunidades británicasfrancesas y alemanas. De todos estos arribos, los únicos que no adoptaron la lengua española fueron los franceses, ya que su idioma es cooficial.”

Todo esto perfecto para situarse. Pero a continuación pasé a leer cosas como:

 “Actualmente Guinea Ecuatorial está bajo una dictadura militar que ya lleva unos 35 años en el poder.”

“El gobierno de Teodoro Obiang Nguema está considerado como uno de los más represores del mundo, según organizaciones internacionales de Derechos Humanos como Amnistía Internacional y Human Rights Watch. Específicamente se han denunciado las desapariciones de activistas, la tortura, la falta de libertad de prensa, la falta de garantías jurídicas reales, la manipulación de los procesos electorales y el extremadamente desigual reparto de la riqueza del país”.

“Guinea Ecuatorial es el país más rico de África, con unos 29 000 dólares de renta per cápita nominal, lo cual indica que sus habitantes deberían disfrutar de un nivel de vida similar al que existe en países como Portugal o Grecia. Este incremento se ha debido fundamentalmente al descubrimiento y explotación de petróleo en su territorio. Sin embargo, es uno de los países más desigualitarios del mundo, con un coeficiente de Gini de 0,65 por lo que gran parte de la riqueza que ha recibido el país por la actividad petrolera no ha llegado a la inmensa mayoría de los habitantes de Guinea Ecuatorial. El incremento de la renta ha ido a parar a menos del 15 % de los habitantes del país.”

“Desde finales del siglo XX, con la explotación de yacimientos petrolíferos, la renta per cápita ha aumentado espectacularmente, aunque no el reparto de dicha renta puesto que la riqueza procedente del petróleo, según la Asociación por la Solidaridad Democrática con Guinea Ecuatorial, se canaliza en un 98 % hacia las compañías mineras, principalmente norteamericanas y francesas, así como a la familia de Teodoro Obiang Nguema, actual dictador del país.”

“Guinea Ecuatorial tiene una población de carácter joven (el 45 % no supera los 15 años) con una tasa de natalidad en torno al 42 por mil y una mortalidad del 16 por mil.  La esperanza de vida es de 49 años para los hombres y 53 para las mujeres (los peores promedios dentro de la Hispanidad). Solo un 4 % de la población tiene más de 65 años.”

Después de leer, hacer preguntas, ver vídeos… determinadas actitudes y situaciones que había visto empezaban a tener más sentido para mí. Me sonaban palabras, lugares, reconocía ciertos datos, caras (la de Obiang por ejemplo la puedes encontrar hasta en la tela con la que se hacen los vestidos las mujeres guineanas)… Empezaba a familiarizarme con lo que había vivido, y sobre todo, a estar más interesada por lo que tenía por delante. Y de la misma manera intentaba transmitírselo a los voluntarios.

A estas alturas ya habíamos decidido que esta vez seríamos sólo Jaime y yo quiénes viajaríamos a Guinea. Pero entre nosotros ya había empezado a surgir una amistad y confianza que no teníamos todavía en nuestro primer viaje, y aunque eso sólo tiene cosas positivas… dificultaba “mi autoridad” como representante de la Fundación a la hora de tomar determinadas decisiones una vez estuviéramos allí.

Eso, unido a que considerábamos que cuánto más conociéramos el país y más “acompañados” fuéramos; mejor, nos llevó a buscar a un tercer Coordinador. Mauri tenía un amigo que había estado trabajando en un colegio de Guinea con un chico sevillano llamado Jesús, con el que nos ponía en contacto por si le pudiera interesar acompañarnos. No fue la única persona con la que hablamos para que cumpliera esta función, pero desde luego sí el que más se adaptaba a lo que buscábamos y en especial por el hecho de haber vivido allí.

La mayoría de las conversaciones las tenía con Jess ya que a mí, como luego le confesé con el tiempo, me desesperaba. No podría decir muy bien porqué, quizás por el ritmo de cada uno que es completamente opuesto… Unos meses después vino a Madrid para conocernos en persona y empezar a trabajar juntos en algunas cosas. Recuerdo perfectamente que nos vimos en la oficina de la Fundación, donde primero se reunió con María y luego se quedó con Jaime y conmigo. Sacó su inseparable cuaderno en el que apunta absolutamente todo (direcciones, contactos, anécdotas, tareas pendientes, ideas…) y nos contó su experiencia trabajando como profesor en un colegio del interior de Bata. Jaime se tuvo que ir antes, pero unas horas más tarde me estaba llamando para coincidir los dos haciéndonos la misma pregunta como dos buenos cotillas: ¿Qué te ha parecido?

Y según iba pasando el tiempo e íbamos haciendo trámites (búsqueda de financiación, material, organización de clases y horarios, etc…) sobrevolaban por nuestras cabezas dos cosas muy importantes.

  1. Conseguir los visados
  2. Organizar una jornada de formación previa al viaje

Continuará…