Capítulo 3 – Tú a Boston y yo a California

O lo que es lo mismo… «Relación a distancia»

¿Funcionan?

Me atrevería a decir que un alto porcentaje de personas respondería sin dudarlo que NO! Cuántas veces te ha pasado que al volver de un erasmus, por ejemplo, una pareja que ha nacido estando allí entra en crisis pensando en lo que pasará al volver? O una amiga que llora desconsolada porque su novio se va a trabajar fuera? O esas parejas que discuten sin parar porque al no vivir juntos no soportan no conocer en detalle lo que hace el otro, o lo que es peor… con quien! O que al tener horarios distintos no hablan o se escriben tanto como les gustaría y pasan a pensar que el otro está haciendo su vida y no teniéndole en cuenta? Seguro que se os ocurren un montón de ejemplos… Pero a pesar de parecer ilusa, idealista o romanticona (cosa que en realidad no me considero en absoluto) creo que las relaciones  no dependen de los km que separen a cada una de las partes. Suponen una dificultad claro, pero las hay en todo lo que merece la pena, no?

He visto a mi alrededor muchas parejas que salían y salen adelante a pesar de vivir «temporalmente» separados. Las hay de todo tipo: las que empezaron viviendo juntos en otro país y al volver tuvieron que retomar cada uno la normalidad en su ciudad de origen, las que se ven obligadas a separarse por cuestiones familiares o de trabajo (lo más habitual) e incluso las que viven en un mismo país pero distintas ciudades porque alguna supone riesgos de salud.

Y todo eso supone tener horarios distintos que impiden poder hablar cuando más lo necesitas o te apetece, no conocer a las personas de las que el otro nos habla o el lugar donde vive, tener la sensación de que te pierdes cosas o se las pierde el otro, no compartir planes, no tener contacto físico, tiempo y dinero que invertimos en reencuentros, no conocer los detalles de lo cotidiano, echar de menos y vivir de recuerdos, inseguridades (celos, falta de confianza), sufrir con cada despedida…

Pero… Qué es en realidad la distancia???

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Yo creo que es sólo otro tipo de prueba y se puede interpretar y vivir como cada uno quiera. Hay veces que somos nosotros quiénes la creamos o la hacemos mayor de lo que es, incluso cuando no hay km de por medio… Puedes tener a quién quieres al lado, verle todos los días y no saber hacer que la relación funcione. O puede haber funcionado y de repente empezar a separarte poco a poco por la frecuencia de las discusiones o por cambios en la vida de cada uno, personas nuevas que aparecen, ritmos distintos o simplemente porque no conocías tanto a la otra persona como creías. De hecho, hay una frase que dice que «la peor forma de echar de menos a alguien es tenerle sentado al lado y saber que nunca le tendrás». Así que… cuál es en realidad la distancia que dificulta? La separación física? O la que creamos en nuestra cabeza y convertimos en arma para boicotear nuestra propia relación?

Debo tener el día optimista pero yo creo que SI SE QUIERE, SE PUEDE! Es cuestión de tener claro lo que queremos, compartir un plan de futuro, ser creativos para suplir las carencias, tener paciencia y confiar… =)