Yin Yang

A lo largo de los años las personas vamos cambiando la manera de describir lo que sentimos cuando alguien completamente opuesto a nosotros nos atrae (y no hablo de amor, sino de «atracción». Por lo tanto no me refiero únicamente a las parejas, sino a cualquier tipo de relación). Intentamos encontrar una explicación o teoría para entender el motivo por el que sucede así. A mí, por ejemplo, me gusta pensar que todo gira en torno a la ENERGÍA.

Cuando éramos pequeños y estábamos en el cole era bastante habitual escuchar que «los que se pelean se desean», porque te pasabas el día buscándole las cosquillas a la persona que te gustaba sólo por el hecho de llamar su atención y ver qué grado de importancia le daba a todo lo que tú hacías o decías. Unos años después descubres que esa chica que al principio te caía fatal y que no tenía nada que ver contigo es la que más te divierte y entiende, y se convierte en tu mejor amiga. Otra amiga tuya empieza a salir con un chico con el que se pasa el día discutiendo, pero luego te cuenta que eso precisamente es lo que más le divierte, estar constantemente picándose el uno al otro…

Al final, nos pasamos la vida rodeándonos de esas personas con las que jamás habríamos pensado encajar, y sin embargo… se convierten en parte fundamental de nuestra historia. Algunos de ellos se quedan para siempre, otros pasan temporalmente por tu vida para dejar aprendizaje. Pero de cualquier manera, marcan! Y lo hacen precisamente porque «los polos opuestos se atraen». Y no es que quede bonito decirlo… es una cuestión física (energía, cargas eléctricas…).

Seguro que más de una de nosotras (porque los chicos son mucho más simples y no se preocupan de estas tonterías) hemos hecho listas de pequeñas en las que poníamos las características que tendría nuestro hombre ideal. Esa «media naranja» u «otra mitad» que nos pasamos el día buscando. Y sin embargo luego acabamos saliendo con el que todo el mundo dice que «no te pega nada» porque sois «el blanco y el negro» o «el día y la noche». Claro, es que es absurdo pretender encajar sólo con quién se parece a nosotros, quién cumple a la perfección esa lista o quién tiene sólo esas cualidades que conocemos y nos hacen sentir cómodos. Porque un día llega alguien que es completamente distinto a todo lo que imaginabas, te hace aprender y crecer en una dirección con la que no contabas, abrir tu mente a todas esas posibilidades que no te planteabas o de las que no te creías capaz. Y te deslumbra.

Porqué??? Pues porque como dice Castle (me he aficionado, sí, lo reconozco) «Todo Yin necesita su Yang. Sino sería Yin Yin, y eso suena más como a nombre de oso panda».

7 - Yin-Yang

«El Yin y el Yang son dos conceptos del taoísmo que exponen la dualidad de todo lo existente en el universo. Describe las dos fuerzas opuestas y complementarias que se encuentran en todas las cosas. Su símbolo es dinámico: muestra la continua interacción de dos energías y su equilibrio y como tal, es un símbolo de armonía. 

Cuando una de las dos energías llega a su máxima expresión, inicia la transformación en su opuesto: esto es lo que representan los dos puntos en el símbolo. En su máxima expresión, el yang contiene la semilla del yin, tanto como el yin contiene la semilla del yang. Sin el Yin no podría existir el Yang y al revés, igual, y sin la interacción de ambos, no se genera vida.

  • El yin y el yang son opuestos. Todo tiene su opuesto, aunque este no es absoluto sino relativo, ya que nada es completamente yin ni completamente yang. Por ejemplo, el invierno se opone al verano, aunque en un día de verano puede hacer frío y viceversa.
  • El yin y el yang son interdependientes. No pueden existir el uno sin el otro. Por ejemplo, el día no puede existir sin la noche.
  • El yin y el yang pueden subdividirse a su vez en yin y yang. Todo aspecto yin o yang puede subdividirse a su vez en yin y yang indefinidamente. Por ejemplo, un objeto puede estar caliente o frío, pero a su vez lo caliente puede estar ardiente o templado y lo frío, fresco o helado.
  • El yin y el yang se consumen y generan mutuamente. El yin y el yang forman un equilibrio dinámico: cuando uno aumenta, el otro disminuye. El desequilibrio no es sino algo circunstancial, ya que cuando uno crece en exceso fuerza al otro a concentrarse, lo que a la larga provoca una nueva transformación. Por ejemplo, el exceso de vapor en las nubes (yin) provoca la lluvia (yang).
  • El yin y el yang pueden transformarse en sus opuestos. La noche se transforma en día, lo cálido en frío, la vida en muerte. Sin embargo, esta transformación es relativa también. Por ejemplo, la noche se transforma en día, pero a su vez coexisten en lados opuestos de la tierra.
  • En el yin hay yang y en el yang hay yin. Siempre hay un resto de cada uno de ellos en el otro, lo que conlleva que el absoluto se transforme en su contrario. Por ejemplo, una semilla enterrada soporta el invierno y renace en primavera.

La doctrina del yin y el yang puede aplicarse a todos los conceptos existentes.»

Y así exactamente es como entiendo yo las relaciones… una continua interacción de energías que se complementan, que deben crecer  y adaptarse a ese crecimiento juntas, aportar lo que al otro le falta para llegar a estar en armonía.

Seguro que más de uno me ha oído explicarlo de otra manera… mi famosa teoría del Click! Ese momento en el que notas que encajas perfectamente con otra persona y os sentís juntos MÁS QUE BIEN aún cuando no hay «razones» para entender esa conexión, cuando notas que hay una energía que os acerca como un imán a una nevera…

A veces nos empeñamos en llevarnos fenomenal con ciertas personas sólo por el hecho de que llevan toda la vida con nosotros, porque son familia, o porque nos parecemos en gustos o personalidad. Y sí, puede que esas personas sean parte importantísima de nuestra historia y les queramos un montón porque obviamente, siempre necesitaremos tener cosas que nos unan y que compartir. Pero también puede ser que te quiten más energía de la que dan por presuponer cosas de ti o vuestra relación que no se corresponden con la realidad, simplemente porque se han acomodado o porque es justo lo que ellos harían/pensarían/querrían.

Pero cuando aparece alguien que te reta a diario, que te empuja a conocer y a conocerte, que te hace ver esa perspectiva de las cosas que tú no tienes por costumbre ver y no es predecible precisamente por lo distinto que es a todo lo que conoces… Es más difícil sin duda, pero a mí por lo menos: me divierte más, me genera adrenalina y me hace sentir más viva.

Así que yo os invito a buscar vuestro YIN YANG, ese opuesto que SUME, que os complemente y que aporte algo nuevo a vuestras vidas en cada ocasión compartida. A esas personas con quiénes encontreis equilibrio y armonía… ya sea una amiga, un novio o un compañero de trabajo. 😉

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