El Batiburrillo de Ale – El origen

Hoy hace exactamente 10 años que empecé a escribir este blog. 

 
cumple10
 
No sé si alguna vez he sido tan clara explicando los motivos por los que lo empecé, pero hoy me apetece contarlo. 
 
Siempre me ha gustado escribir. 
Escribo cartas y/o diarios desde que tengo uso de razón. 
 
También me encanta que me escriban. Cualquier excusa es buena; un mensaje más sensiblero, una postal desde algún viaje, los Christmas de Navidad, emails largos… Y, sin duda, uno de mis sueños es llegar un día a casa y que mi buzón explote por la cantidad de cartas, que salgan todas disparadas al abrirlo porque ya no cabe ni una más. 
 
Pero la verdad es que no escribo pensando en lo que voy a recibir después. Yo DISFRUTO escribiendo, y me AYUDA escribir. 
 
Los últimos años de colegio, cuando ya nos empezaban a preguntar por lo que queríamos estudiar en la universidad, dudaba entre Comunicación Audiovisual, Periodismo o Psicología. 
– La Psicología la tenía en casa, con mi madre, que aunque no terminó la carrera la ejercía de alguna manera… y siempre soltaba alguna pildorita sobre lo que había aprendido. 
– La Comunicación Audiovisual creo que es lo que de verdad tendría que haber estudiado. Un sueño pendiente, que quizás algún día me anime a cumplir. 
– Y el Periodismo… En realidad no tenía ni idea de todo lo que abarcaba. Pero era una excusa para ESCRIBIR. Era lo que más relacionaba con esa parte de mí, porque no pensaba que hubiera una carrera concreta para ser escritora. 
 
Pero elegí Psicología. Y mi parte de escritora/comunicadora quedó relegada a lo estrictamente personal, a vivirlo más como un hobby. 
 
Sin embargo, llegó un día en que mi vida se puso patas arriba. Me enamoré. Por primera y creo que única vez (por el momento). 
La persona más opuesta a mí llegó para arrasar con todo lo que conocía o a lo que estaba acostumbrada, y hacer que me cuestionara, especialmente, lo que pensaba de mí misma. De repente, todas mis polaridades quedaron al descubierto, y el *batiburrillo habitual de mi cabeza (que siempre había juzgado en negativo) pasó a ser valioso y «divertido». 
Pero me desbordaba. 
Recuerdo que, desahogándome con mi grandísima amiga Bea, le dije: «¿Pero cómo me puede gustar? Si es todo lo opuesto a mí, me vuelve loca, me saca de mis casillas…» Y ella me contestó:
 
«Quizás no sois tan diferentes. A lo mejor te gusta porque responde a tu verdadera esencia. A algo que no te permites ser porque siempre te han dicho que lo correcto es otra cosa. Te reta a ser quién de verdad eres.»
Ay amiga… ¡La que liaste!
En ese momento sentí que me explotaba el cerebro. Y de ahí nació «El Batiburrillo de Ale» con un primer post que se titulaba: Ser quién eres, o convertirte en lo que creen que eres. 
 
  • Era un grito de libertad. Un espacio en el que ser yo misma, con mis días buenos y malos, mis ideas con más o menos sentido. Sin juicio, sin expectativas. Un lugar en que mi responsabilidad y locura, mi organización y mi anarquía, etc… podían encontrarse. Era una declaración pública de «emociones» (no de intenciones 😂)
  • Era una conversación con quiénes ya no están, que es a quiénes les hubiera contado TODO.
  • Quizás era también una llamada de atención, y una forma de decir «en voz alta» cosas que me costaba más expresar en persona.
  • Un lugar en el que conservar recuerdos y experiencias compartidas.
  • Era una forma de expresar quién soy a quiénes tienen por costumbre dar por hecho percepciones no tan reales y que responden más a quiénes son ellos.
  • Y, sin duda, era una forma de poner orden a todo lo que se mueve a la vez en mi cabeza (ya que yo no tengo un pensadero como Dumbledore, que es lo que en realidad me haría falta). 
Lo que tengo claro es que nunca pretendió ser un blog profesional. De hecho, ni siquiera confiaba en que durase más de unos meses, o que me leyesen más que 4 ó 5 familiares/amigos. 
 
Pero con el tiempo he descubierto que este blog es algo que no sólo me sirve a mí. 
Yo siempre he sabido reconocer y explicar lo que siento. Y ese control de las emociones me gusta, me hace sentir fuerte, más humana, valiente… Y normalmente se me olvida que no es tan habitual en otros. Las emociones son algo difícil de identificar y gestionar, y a veces nos hace falta leer o escuchar cosas en palabras de otros para entender y darnos cuenta. 
Este blog me ha ayudado a conectar más y ser más compasiva conmigo misma, pero también a otros a sentirse identificados y reconocerse en mis palabras. 
 
Hoy, después de 10 años, tengo amigas que esperan ansiosas alguno de mis post tradicionales y me preguntan por ellos si tardo más en escribirlos. Otras que me escriben por whatsapp para convertir y desarrollar conversaciones que van más allá de un post de un blog. Otras de las que ni siquiera soy consciente que leen mi batiburrillo, y pasado el tiempo hacen comentarios sobre algo que escribí. Amigos que saben reconocerme en cualquier texto escrito (aún en otros espacios) porque son tan habituales del blog que ya controlan mi forma de escribir. 
 
Y la verdad… NO DOY CRÉDITO!!!!!!!!!
 
Así que GRACIAS, GRACIAS, GRACIAS.
De verdad, de corazón, nunca pensé que esto fuera a durar tanto… Y no voy a prometer ser más constante o escribir más, porque no sé si lo voy a cumplir. 
Mi batiburrillo nació así, sin tema, ni orden, ni frecuencia fija. Y así seguirá…
 

¡Por ahora!