«Fuimos coincidencia, somos sueños y seremos eternos» por Diego Ráfales

Wow Diego… me has dejado con la boca abierta!! La verdad es que poco más puedo añadir a semejante manera de explicar lo que supone  volvernos a ver… breve, conciso, pero intenso!! Exactamente igual que nosotros. ¡¡¡GRACIAAAASSS!!!

«(Diario a 16 de Junio de 2013:

… Fue una pasada. Aprendí muchísimo y me di cuenta de que el grupo que tenía conmigo era realmente increíble…)

Tras mucho tiempo puedo confirmar lo que vi desde el primer día. Sois magníficos. Es lo primero que me viene a la cabeza cada vez que pienso en vosotros, en la piña que hemos construido y que cada vez es más y más compacta y unida.

Es probable que desde fuera parezca extraño entender la unión que existe entre nosotros desde el primer día del viaje. En este último reencuentro, al comentar a los amigos que volvíamos a quedar, la primera respuesta era: «¿Otra vez? Si os visteis hace nada.» Exacto. Otra vez y ojalá pudieran ser más. En nuestra vida apenas hemos estado juntos 30 días juntos en lo que se refiere a cantidad pero, ¿cómo se mide la intensidad?. Lo que he vivido con esta pequeña gran familia no lo he vivido con nadie y eso es lo que hace diferente nuestra relación. Al estar con vosotros puedo trasladarme automáticamente a cualquier momento de los que compartimos juntos en Guinea Ecuatorial, somos capaces de revivir situaciones y vivencias.

La última vez  y la única que nos vimos prácticamente todos después del viaje fue hace 2 meses. Y aquí venía la segunda. Esta vez tocó Madrid. Esta vez estuvimos físicamente menos, pero en alma los mismos que siempre.  Nos encontramos en constante ebullición cada vez que estábamos juntos, ebullición que fue creciendo tal como íbamos llegando a nuestro punto de encuentro, el nido de Ale. Ilusión, nervios, gritos, abrazos, risas, memorias y recuerdos y miles de sentimientos que se mezclan, agitan y explotan al volvernos a ver. Así fue la llegada del viernes en la que nos vimos por primera vez en este nuevo reencuentro. Esta vez iba a ser especial por la entrega de los regalos de amigo invisible. Faltaba Miguel así que combatimos las ganas de abrirlos en ese momento con una buena noche de Karaoke. Desde las interpretaciones de la canción del «Libro de la selva», pasando por «Libre» de Nino Bravo hasta «Café Quijano». Tuvimos también la gran suerte de compartir unos minutos con Jaime, siempre inmerso en sus aventuras de las que un día fuimos parte.

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Reunión Guineana en Madrid (70)Al día siguiente, entrega de regalos. Cuantísima ilusión desprendíamos por saber los regalos, quién nos los hacía y entregar los nuestros, parecíamos niños y niñas con tan solo ver nuestras caras. Guerra de barcas en el Retiro, comida con camarera Ecuatoguineana especial para la ocasión y paseo por la Mini-Europe. Para acabar, la guinda. Teatro de improvisación en el que lo pasamos francamente bien. El domingo aprovechamos para comer juntos por última vez este año bajo sol y frío, mezcla perfecta. Y por suerte volvían las despedidas, cada despedida significa un reencuentro y espero tener que hacerlo muchas veces más. Ya queda menos para la próxima vez chicos. Os echaré de menos y aprovecho para deciros que os quiero un montón. Un abrazo a todos.

Recordar a María, Mapi, Piru, Pepe, Lidia y agradecer a Ale el grandísimo plan que nos preparó y a Paloma por el enorme detalle que tuvo con su regalo, no podía ser mejor 🙂

«Fuimos coincidencia, somos sueños y seremos eternos»

De una pequeña parte de esta piña, Diego.»

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